El asesinato en la capital, Puerto Príncipe, es otra prueba de la «crisis multidimensional» que atraviesa el país y que pone en peligro a los menores. Según la ONU, en los últimos diez días ha habido al menos una víctima cada 24 horas por la violencia de las bandas criminales.
El pasado sábado 20 de septiembre, varios niños participaban en una fiesta de cumpleaños y recibían regalos en Puerto Príncipe, la capital de Haití, cuando unos drones mataron a ocho de ellos. Se vieron envueltos en la espiral de violencia entre bandas criminales que, desde hace años, se ha apoderado del país caribeño. De hecho, en esa noche de diversión, en el ataque con aviones no tripulados también murieron cuatro personas pertenecientes a una banda y tres civiles adultos, y hubo siete heridos, según la reconstrucción de la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos de Haití. Los drones habrían sido lanzados por la policía mientras un jefe de banda, Albert Stevenson, celebraba su cumpleaños repartiendo algunos regalos a los más pequeños.
La alarma de Unicef
El asesinato de Puerto Príncipe, gobernada en un 90 % por bandas criminales, es otra prueba de lo que las Naciones Unidas describen como «una crisis multidimensional en empeoramiento que afecta a los ámbitos político, de seguridad, de derechos humanos y humanitaria, con implicaciones para la región» y pone en peligro a los menores. Según ha certificado Unicef, en los últimos diez días han sido asesinados otros tantos niños. Geeta Narayan, representante en el Estado de la ONG que presta asistencia humanitaria a los más pequeños y a sus madres en todo el mundo, ha expresado su preocupación por los más pequeños, que «han quedado atrapados en ciclos incesantes de violencia», señaló que «pocos días antes, el 11 de septiembre, cuatro habían sido asesinados en un ataque de grupos armados mientras se encontraban dentro de su casa» e instó a «tomar medidas urgentes para garantizar la protección de los niños y el respeto de sus derechos fundamentales».
Las víctimas más vulnerables
Además de haber causado la muerte de algo más de 4026 personas entre enero y mayo de 2025, según Global Initiative, la violencia de las bandas ha fragmentado el territorio y debilitado las instituciones estatales. Las bandas también están ampliando su control a la frontera entre Haití y la República Dominicana, y la violencia afecta principalmente a los más pequeños. En el informe más reciente de la organización sin ánimo de lucro, publicado el 18 de septiembre, la mitad de los 1,3 millones de desplazados son menores. De los que se han quedado en el país, 700 000 no tienen hogar, tienen acceso limitado a la electricidad, al agua potable y a los servicios de saneamiento, y 243 000 no pueden estudiar porque 1600 escuelas han cerrado en la primera mitad de este año. Por su parte, la ONU ha documentado que medio millón de niños viven en un territorio controlado por bandas criminales y que el 30 % de ellos han sido reclutados.
Fuente: https://www.vaticannews.va/
