El pleno del mes de julio en el Ayuntamiento de Málaga se votaba una moción sobre la acogida a menores extranjeros, víctimas de la promoción de la inmigración masiva irregular de las mafias del tráfico de personas y con el apoyo de las autoridades españolas y europeas, en su política de progresiva islamización y destrucción de la cultura europea. Unicamente Vox se ha puesto del lado de los malagueños y se ha opuesto en el pleno a la acogida de los menores por los problemas de inseguridad que generan a los ciudadanos, especialmente a los más humildes, y ha considerado la necesidad de repatriarlos a sus países de origen con sus familias por su condición de menores, tal y como establece la legislación en materia de extranjería.
Las reacciones del resto de partidos y de los medios de comunicación ha sido de indignación por resaltar el portavoz de Vox, Antonio Alcazar, lo que los españoles y europeos de sobra saben que generan la inmensa mayoría de menores de origen africano y de cultura musulmana, que son problemas de integración e inseguridad en las calles.
Vox representa a una corriente de partidos en auge que defiende la cultura y tradiciones europeas frente a la promoción de la islamización de Europa por parte del resto de partidos como el partido popular, tanto nacional como europeo, como el resto de partidos de izquierdas. Precisamente por ese motivo, defiende una inmigración ordenada, regulada, que atienda a las necesidades de los países europeos y que se integre con facilidad, como es la de países hispanoamericanos.
