Tal como informa el Patriarcado latino de Jerusalén, en Gaza se ha abierto un nuevo capítulo de fe con la consagración a Jesús a través de la Virgen María de dieciséis jóvenes, chicos y chicas de la Parroquia de la Sagrada Familia
El Patriarcado latino de Jerusalén informa que el pasado domingo 27 de octubre, en la Parroquia de la Sagrada Familia de Gaza se celebró la fiesta de Nuestra Señora Reina de Palestina y Tierra Santa con un profundo acto de devoción.
En efecto, durante una Misa especial presidida por el padre Gabriel Romanelli, junto con los sacerdotes Yousef y Carlos Ferrero, Superior Provincial del Instituto del Verbo Encarnado, dieciséis jóvenes de ambos sexos de la parroquia se consagraron a Jesús a través de María.
Acto de consagración
La preparación para este significativo Acto de consagración duró tres meses, durante los cuales los jóvenes fueron guiados por las religiosas del Verbo Encarnado.
Se dedicaron a la meditación diaria y profundizaron en dos textos esenciales: El Misterio de María y Honrar a la Virgen María de San Luis María de Montfort, ambos traducidos al árabe.
Confiarse plenamente a María
Este período de reflexión los ayudó a profundizar en la idea de confiarse plenamente a María, que les conduce a una relación más estrecha con su Hijo, al mismo tiempo que siguen su ejemplo en el anuncio del Reino de Dios.
Gratitud a Dios
En su homilía, el padre Gabriel destacó el papel vital de la oración en medio del sufrimiento. Reconoció el dolor experimentado por la población de Gaza, pero señaló a María, que permaneció firme junto a su Hijo en el Calvario, como fuente de valor e inspiración. Recordó a los fieles que este Acto de consagración sirve como una poderosa expresión de amor y fe en Cristo, incluso ante la adversidad.
Los padres expresaron su alegría por este importante paso dado por sus hijos, destacando el impacto positivo que ha tenido en sus vidas en medio de los desafíos diarios a los que se enfrentan.
Después de la misa, los parroquianos se reunieron para intercambiar felicitaciones y compartir galletas y agua, lo que tenían a mano, expresando su gratitud a Dios por todas las bendiciones de que disponen en este momento.
Fuente: https://www.vaticannews.va/