Tras la trágica agresión a la colectividad judía en Bondi Beach, Australia, Vatican News conversa con el párroco de la comunidad local. El Arzobispo de Sídney también emite una declaración instando a los fieles a poner fin al antisemitismo a través de la educación y la predicación.
Lo que se suponía que sería una celebración comunitaria por la fiesta judía de Hanukkah se convirtió en una trágica escena, ya que al menos 16 personas fueron asesinadas, incluido un niño pequeño, y muchas otras resultaron heridas en Bondi Beach, Australia, en la noche del 14 de diciembre.
En conversación con Christopher Wells de Vatican News, el párroco de las iglesias St. Ann’s y St. Patrick’s en Bondi Beach, el P. Anthony Robbie, compartió que su reacción inicial ante el tiroteo fue de conmoción y angustia.
Además, el presbítero expresó temor por los jóvenes de la comunidad, ya que Sídney tiene «una población predominantemente de adultos jóvenes» y «muchos de ellos estaban en la playa en ese momento». Habló con uno de ellos mientras el feligrés huía de los atacantes.
Para varias personas, esto desató otro recuerdo inquietante, ya que el pasado mes de abril, seis personas, incluido el agresor, murieron en Bondi Junction. Como resultado, el párroco sostuvo que a algunas personas les preocupa que este tipo de ataques «se conviertan en una parte habitual de nuestras vidas».
Ofreciendo oraciones por los afectados
Robbie añadió que la comunidad católica local está expresando su solidaridad y ofreciendo apoyo a los afectados junto con los líderes espirituales y comunitarios judíos locales. Las iglesias católicas de Bondi están abiertas todo el día, todos los días, y la gente ha acudido a ellas el día después del tiroteo.
La noche anterior, se celebró una Misa conmemorativa en honor a las víctimas y los supervivientes. «Tuvo una asistencia muy, muy alta, y la gente se quedó mucho tiempo después en adoración ante el Santísimo Sacramento», relató el P. Robbie.
Pero, ahora está pidiendo apoyo de todos alrededor del mundo. «Solo pedimos las oraciones de todos para la consolación de las personas que todavía están un poco nerviosas, asustadas y aprensivas ante la situación aquí».
El antisemitismo debe terminar
Tras los escalofriantes sucesos del tiroteo masivo, el Arzobispo de Sídney, Monseñor Anthony Fisher, emitió una declaración argumentando que el ataque terrorista «debe conducir a un cambio».
En sus palabras, el Arzobispo Fisher describió el ataque como un «desprecio descarado y cruel por la vida humana», mientras que calificó el odio de algunas personas hacia todos los judíos como un «mal inefable que debe ser repudiado por cada australiano». Subrayó que cualquier ataque a un judío individual es un ataque contra toda la comunidad judía.
Cualquier ataque de este tipo es «una afrenta a nuestro modo de vida como australianos» y «debe ser condenado inequívocamente y la justicia para las víctimas debe ser entregada rápidamente».
El Arzobispo Fisher puntualizó que durante los últimos dos años, ha habido una atmósfera de antisemitismo público enconada que ha resultado en intimidación, división, manifestaciones y «la normalización del lenguaje incendiario». Estas acciones han «subido la temperatura y quizás contribuido a la radicalización. Esto debe parar», sentenció.
Para el prelado, este ataque tocó una fibra personal, ya que su bisabuela era judía. Sin embargo, observó que es algo personal para todos los cristianos, ya que ellos «son hijos de los judíos. Y, por lo tanto, un ataque a los judíos es un ataque a todos nosotros».
Un desafío para los católicos
En medio de la tragedia, el Arzobispo Fisher resaltó algunos «rastros de bondad» en la «extraordinaria valentía de la policía, los paramédicos y los socorristas, así como de los transeúntes; y en la generosidad de espíritu de quienes ofrecen ayuda a los afectados».
Expresó sus más profundas condolencias a toda la comunidad judía y les aseguró sus oraciones. «Amamos a nuestros vecinos y amigos judíos, y debemos hacer todo lo posible para mantenerlos a salvo», explicó el Arzobispo de Sídney.
También cerró su declaración con una promesa: «La comunidad católica redoblará sus esfuerzos para combatir el antisemitismo a través de la educación y la predicación». La comunidad católica local está ofreciendo servicios educativos y de asesoramiento a sus vecinos judíos mientras continúa celebrando servicios por los muertos, heridos y traumatizados.
El Arzobispo Fisher precisó que Hanukkah y la Navidad se celebran al mismo tiempo y se centran en la fe, la familia, los regalos y la luz. Ofreció oraciones para que Dios «conceda sabiduría a nuestros líderes y derrame sanación y esperanza sobre nuestra comunidad en este momento».
Fuente: https://www.vaticannews.va/
