El mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Guterres: Reconstruir comunidades devastadas y sanar profundas divisiones. En las celebraciones en Damasco, el presidente al-Sharaa exhortó a la población a unir esfuerzos por «una Siria fuerte». Hace un año, una coalición de milicianos lanzó una ofensiva relámpago desde Idlib hasta la capital, donde entró, liderada precisamente por al Sharaa, el 8 de diciembre de 2024. La UE está preocupada por las oleadas de violencia intercomunitaria
Apoyar «con firmeza» a Siria, un año después de la caída de Bashar al-Assad y del «fin de un sistema de represión que se prolongó durante décadas». Esta es la exhortación del secretario general de la ONU, António Guterres, a la comunidad internacional. En una declaración difundida por su oficina, Guterres subrayó que lo que Siria está afrontando hoy va «mucho más allá de una transición política». Es la oportunidad de «reconstruir comunidades devastadas y sanar profundas divisiones», destacó, reiterando que el objetivo ahora es crear un país en el que todos sus habitantes, «sin distinción de etnia, religión, género o afiliación política», puedan vivir con «seguridad, igualdad y dignidad».
Al-Sharaa: Construir una Siria fuerte
Por su parte, el presidente sirio Ahmed Hussein al-Sharaa, tras las oraciones matutinas en la mezquita de los Omeyas en Damasco, instó a la población a unir esfuerzos para construir «una Siria fuerte, consolidar su estabilidad, preservar su soberanía y construir un futuro digno de los sacrificios» de su gente. El 27 de noviembre de 2024, una coalición de milicianos lanzó una ofensiva relámpago desde el bastión de Idlib, en el noroeste de Siria, conquistando una tras otra las principales ciudades del país antes de llegar a Damasco, liderada por al-Sharaa, el 8 de diciembre.
Las celebraciones en Damasco, tras años de guerra y crisis económica
Los actos conmemorativos del primer aniversario de la caída de Assad, que comenzaron a finales de noviembre, culminaron este 8 de dicembre en Damasco, donde miles de sirios salieron a las calles de la capital para celebrar la ocasión, a pesar de que la vida cotidiana sigue siendo difícil, tras años de guerra y crisis económica, agravada por el terrible terremoto del 6 de febrero de 2023, que causó 6.000 muertos en el país y más de 53.000 en la vecina Turquía. La frágil transición siria se ve también afectada por la sangrienta violencia intercomunitaria en las regiones habitadas por las minorías drusa y alauita y por las operaciones militares de Israel.
El mensaje de la UE
En una nota, la alta representante de la UE para la política exterior, Kaja Kallas, y las comisarias de la UE, Hadja Lahbib y Dubravka Suica, recordaron que la caída de Assad marcó «el fin de décadas» caracterizadas por muertes, desapariciones, desplazamientos de cientos de miles de personas y la destrucción de vastas zonas del país, «con consecuencias desastrosas para el tejido social sirio en su conjunto». La Unión Europea, escribieron, ha estado «al lado de Siria y su pueblo en cada etapa de la difícil transición», pero sigue profundamente preocupada por las oleadas de violencia que se han producido desde marzo en diferentes partes del país. Bruselas, añadieron, «condena además cualquier acción militar extranjera y cualquier intento de socavar la estabilidad de Siria y las perspectivas de una transición pacífica».
Fuente: https://www.vaticannews.va/
