En Sumy, al noreste de Ucrania, dos misiles rusos cayeron sobre los fieles que se reunían para las celebraciones. Para el nuncio, sólo nos queda acudir al Señor «para que nos defienda, ya que parece que ninguna otra fuerza es capaz de proteger la paz y la vida»
Iban a rezar, pero encontraron la muerte. Fue un Domingo de Ramos sangriento en Sumy, en el noreste de Ucrania, a 50 kilómetros de la frontera rusa, que hoy se ha visto afectada por un ataque ruso en el que habrían muerto más de 30 personas, entre ellas varios niños, y más de 80 han resultado heridas.
Dos misiles balísticos impactaron en el corazón de la ciudad hacia las 10 de la mañana, mientras los fieles se reunían en las abarrotadas calles el día de la fiesta para la misa previa a la Semana Santa. La televisión mostró escenas devastadoras, con cadáveres en las calles y bomberos intentando apagar las llamas de los coches entre los escombros de los edificios destruidos.
Kulbokas: la muerte en su camino a la oración
«No queda más que volverse al Señor», es la invocación del nuncio apostólico en el país, monseñor Visvaldas Kulbokas.
«Como saben, este año celebramos juntos la Pascua según el calendario Gregoriano y según el calendario Juliano – son sus dramáticas palabras difundidas a los medios de comunicación vaticanos – y hoy hemos celebrado el Domingo de Ramos, así que incluso en la ciudad de Sumy la gente, probablemente de varias confesiones, iba a sus iglesias a rezar, y durante el ataque con cohetes murieron más de 30 personas, justo cuando iban a rezar, porque el ataque tuvo lugar justo en el centro de la ciudad».
“Comienza la Semana Santa para varias regiones de Ucrania, y sólo nos queda acudir al Señor para que nos defienda, pues parece que ninguna otra fuerza es capaz de proteger la paz y la vida. Que el Señor se apiade de nosotros”
Unión Europea: otro crimen de guerra
El ataque en Sumy es el segundo a gran escala con un elevado número de víctimas en apenas unos días. Hace poco más de una semana se produjo el mortífero ataque con misiles contra la ciudad natal del presidente ucraniano, Kryvyi Rih, en el que murieron unas 20 personas, entre ellas nueve niños.
«Un terrible ataque ruso con misiles balísticos contra Sumy – escribe Zelensky en Telegram – los misiles enemigos alcanzaron una calle normal de la ciudad, la vida cotidiana: casas, centros de enseñanza, coches en la calle… Y esto ocurre en un día en que la gente va a la iglesia: el Domingo de Ramos, la fiesta de la entrada del Señor en Jerusalén».
Horrible ataque ruso
«Horribles escenas desde Sumy – escribe la portavoz en funciones de la OTAN, Allison Hart, en las redes sociales – nuestros pensamientos están con el pueblo ucraniano en este día sagrado para muchos», mientras que es la embajadora de la Unión Europea, Katarina Mathernova, quien califica el «horrible ataque ruso» en Sumy, «otro más de una serie de crímenes de guerra».
Fuente: https://www.vaticannews.va/