En la ciudad de Foz de Iguazú, República Federativa del Brasil, se desarrolló la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, que reunió a los presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, junto a representantes de países asociados y organismos regionales.
La reunión fue encabezada por el presidente de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su carácter de anfitrión y titular saliente de la Presidencia Pro Témpore del bloque.
Al asumir la Presidencia Pro Témpore para el primer semestre de 2026, el Presidente de la República, Santiago Peña reafirmó el compromiso del Paraguay de impulsar una agenda orientada a resultados medibles, con foco en la integración productiva, la facilitación del comercio, la mejora del funcionamiento fronterizo y el fortalecimiento institucional del bloque, con la mirada puesta en las necesidades concretas de los pueblos de la región.
El presidente Peña expuso la visión del país, poniendo énfasis en la necesidad de avanzar hacia una etapa de mayor efectividad, equidad y decisión política dentro del bloque.
Optimismo con responsabilidad política
El titular del Ejecutivo sostuvo que la integración regional requiere una mirada optimista, pero advirtió que esta debe estar acompañada de decisiones políticas concretas. Señaló que, pese a los avances alcanzados en más de tres décadas, persisten dificultades estructurales que limitan la capacidad del MERCOSUR para transformar los consensos políticos en acciones efectivas, especialmente en materia de infraestructura, logística y funcionamiento de las fronteras.
Principales ejes planteados por el Presidente Peña
El Presidente sistematizó una serie de ejes prioritarios que, a su criterio, deben guiar el fortalecimiento del MERCOSUR en la próxima etapa:
- Liderazgo regional con responsabilidades compartidas, reconociendo que las economías de mayor tamaño tienen un rol determinante en la conducción del proceso de integración.
- Reducción de las asimetrías estructurales, en particular aquellas derivadas de la condición mediterránea de algunos países y de los elevados costos logísticos.
- Fortalecimiento de los mecanismos de convergencia, como herramienta clave para garantizar cohesión regional y desarrollo equilibrado.
- Integración fronteriza efectiva, con controles más ágiles, infraestructura adecuada y mayor coordinación entre los Estados.
- Apertura al diálogo con otros países y bloques regionales, promoviendo una Sudamérica más conectada y complementaria.
FOCEM: equidad como condición de la integración
Uno de los puntos centrales expuestos por el Presidente de la República, ante sus pares y en presencia del presidente Lula da Silva, fue la situación del Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM), principal instrumento financiero del bloque para reducir las asimetrías entre sus miembros.
El jefe de Estado recordó que, cuando el fondo fue creado en 2004, contaba con 100 millones de dólares, y cuestionó que actualmente se proponga un FOCEM II de apenas 30 millones de dólares. Al respecto, afirmó que “Paraguay se recusa a aprobar un fondo de 30 millones”, al considerar que esa cifra no refleja ni el crecimiento económico del bloque ni las necesidades reales de sus países.
El Presidente Peña sostuvo que, para mantener el valor real del fondo en términos de poder de compra, este debería alcanzar al menos 360 millones de dólares, y planteó que una cifra de 600 millones de dólares sería más coherente con el hecho de que el PIB de las economías del MERCOSUR creció seis veces en las últimas dos décadas.
Asimismo, el titular del Ejecutivo subrayó que los recursos del FOCEM están destinados a los sectores más vulnerables, y remarcó la importancia de que Bolivia pueda acceder de manera inmediata a estos fondos una vez completado su proceso de adhesión al bloque.
Finalmente, reafirmó que el Paraguay ejercerá la Presidencia Pro Témpore del MERCOSUR con una agenda ambiciosa, realista y orientada a resultados.
Fuente: https://www.presidencia.gov.py/
