Con el lema: “Misioneros, testigos de esperanza”, la Iglesia malagueña celebrará el 20 de julio el Día de la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco. Desde aquellas tierras venezolanas, el misionero Juan Manuel Barreiro nos invita a no olvidar esta “porción” de nuestra Diócesis «que se extiende más allá de las orillas del océano Atlántico»
En la carta que envió hace unas semanas el delegado diocesano de Misiones, Danilo Cantillo IMC con motivo de esta celebración, agradece «de todo corazón a D. Jesús y a nuestra Diócesis por seguir fomentando este puente de fraternidad. Gracias a cada parroquia, institución, a cada cristiano». Y es que, continúa el delegado, «nuestros misioneros, en Ciudad Bolívar y en cualquier parte del mundo donde están repartidos, no están solos y confían en seguir contando siempre con nuestra ayuda». Por eso recuerda que «es necesario que entre todos hagamos realidad el mandato del Señor: “Id por todo el mundo anunciando el Evangelio”», pidiendo finalmente «que el Señor multiplique en bendiciones nuestro entusiasmo en animar esta campaña y continuar rezando por este pueblo hermano».
Asimismo, desde la Delegación de Misiones han calificado de «siembra profunda la vida de algunos misioneros malagueños (en nuestra memoria más reciente, nuestro querido P. Manuel Lozano)» y han explicado que, aunque «no hemos podido visitar la misión diocesana por la situación política que vive este pueblo, no nos quedamos con los brazos cruzados y este año emprendemos una experiencia en el país vecino de Colombia con un grupo de jóvenes malagueños inquietos por la misión».
El sacerdote malagueño que atiende actualmente la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco, Juan Manuel Barreiro, ha mostrado, en un vídeo publicado en las redes sociales de la Diócesis, el “corazón de la misión diocesana”, nombre con el que se refiere a la parroquia de Nuestra Señora del Valle en Morichalito, pues es el lugar donde vive actualmente y desde donde dirige las distintas actividades pastorales que tiene encomendadas.
En su mensaje, Barreiro explica que el templo es uno de los designados como templos jubilares en su diócesis, por lo que se han venido celebrando a lo largo del año diversos jubileos como «el de la feligresía parroquial, el del deporte, el de las familias, el de la juventud y el de los educadores». El misionero recuerda que, «como Iglesia, sabemos que pertenecemos a una Iglesia más grande que se extiende más allá de las orillas del océano Atlántico, que nos hace sentir de cerca la catolicidad y participar de la misión de una iglesia hermana», por lo que ha invitado a seguir teniéndolos en cuenta pues «queremos seguir contando con vosotros».
Fuente: https://www.diocesismalaga.es/

