La luz se fue el lunes 28 de abril alrededor de las 12:30 horas y en algunos lugares no se restableció hasta la madrugada del martes 29. Sólo los dos archipiélagos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla se libraron del corte masivo. El Gobierno ha señalado que no sabrá la causa exacta hasta dentro de unos seis meses
España, parte de Portugal y algunas zonas de la zona del País Vasco francés se quedaron el pasado lunes, 28 de abril de 2025, a oscuras a causa de un apagón histórico. La luz se fue alrededor de las 12:30 horas y en algunos lugares no se restableció hasta bien entrada la madrugada del martes 29. Sólo los dos archipiélagos, Baleares y Canarias, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla se libraron del corte masivo. El Gobierno ha señalado que hasta dentro de seis meses no sabrá la causa exacta.
El apagón creó una crisis en el país sin precedentes. Red Eléctrica Española (REE) confirmaba media hora después del suceso que había detectado una “incidencia grave en el sistema de transporte eléctrico”. La luz fue restableciéndose poco a poco por toda la geografía española pero no fue hasta las 11 de la mañana del día siguiente cuando se dio oficialmente por recuperada la normalidad absoluta.
El llamado “cero eléctrico” afectó sobre todo a las pymes del país. Carentes de generadores de emergencia o teniéndolos para abastecer tan sólo un par de horas, además de la luz como tal, se quedaron sin la posibilidad de operar porque la cobertura móvil también se fue y por tanto, las TPV -los pagos con tarjeta- quedaron inutilizados. Resultado: según la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), unos 1.300 millones de euros en pérdidas, y una bajada de entre el 0,1 y el 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB) de abril y también del segundo trimestre.
Pero hubo otras muchas incidencias: personas atrapadas en ascensores durante horas, todo el transporte público de las grandes ciudades (metro y cercanías) paralizado, hogares sin agua porque su suministro depende de estaciones de bombeo que son eléctricas, tráfico colapsado en los primeros momentos al apagarse los semáforos y hospitales funcionando con generadores en las áreas de urgencias, cuidados intensivos y quirófanos, y con otras unidades paralizadas.
Se barajan varias posibles causas de lo sucedido. La REE hizo un primer diagnóstico que apuntó a una “oscilación muy fuerte del flujo de potencia de redes”. También se habló de un posible “ciberataque”. El anunciado cierre de las centrales nucleares se puso sobre la mesa, si bien el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que no había habido problema alguno con las energías renovables y que “lejos de haber sido una solución, las centrales habían sido un problema porque estaban apagadas y se ha tenido que desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables”, algo que no parece corresponderse con la realidad puesto que según los datos de las propias instalaciones, de las siete actuales, cuatro estaban a pleno rendimiento en el momento del apagón: Almaraz II, Ascó I, Ascó II y Vandellós II.

